Esta villa articula los espacios interiores a través de geometrías simples, puras y rotundas.

Se accede a ella a través de una rampa y unas escaleras integradas en el suelo, que apoyan la parte superior de la casa en un zócalo de piedra que da entrada al lugar de residencia.

En la planta baja se encuentra el garaje, un generoso vestíbulo junto a una gran bodega, los dormitorios y el gimnasio. En la planta superior, se encuentran los dormitorios principales de la casa, todos ellos con baño en suite y un gran espacio abierto de más de 90m2 para

albergar un espacio fluido de cocina, comedor y sala de estar con una vista panorámica de 180º del paisaje.

Todo este espacio está rodeado por una amplia terraza en la parte delantera, con un porche abierto de más de 50m2, convirtiéndolo en un espacio único.

La pureza geométrica y el diseño de la casa se traslada desde la composición arquitectónica hasta la ejecución del más mínimo detalle.

Todo ello para conseguir una vivienda de lujo con las máximas prestaciones y con un diseño exquisito, que aportan una calidez y confort excepcionales a la propiedad.